Hay enfermedades jodidas y éstas lo son, sobre todo sufridas por mujeres, son trastornos alimentarios derivados de una enfermedad mental que hace que la visión que tiene la enferma de sí misma y de su cuerpo esté alterada, de tal forma que en la anorexia se vea más gorda de lo que en realidad está y en el caso de la bulimia se genere un sentimiento de culpa después de darse un atracón.
No sé si la enfermedad está generada al cien por
cien por el tipo de sociedad en la que vivimos pero sí que está generada en un
alto porcentaje. La sociedad favorece a la belleza y en esta época lo que está
más en alza es la delgadez y esto hace que la autoimagen que tienen las mujeres
de sí mismas no sea la adecuada.
Así dicho en frio no dice demasiado, solo es una
definición, pero llevado a la práctica da mucha rabia que cientos de miles de
personas sufran por culpa de una sociedad que no sabe cuidar y respetar la
diversidad de hombres y mujeres que la componen. A mí, personalmente me enfada
mucho.
Por eso, hay que detectarlas lo antes posibles y
derivar a las enfermas a todas las posibles ayudas que puedan percibir, tanto de
psiquiatras como de psicólogos, y además debería ser gratuito, dependiente de
la seguridad social, creo que esto no es así ahora, espero equivocarme.
No puedo imaginarme el sufrimiento de estas personas
y el dolor que se crean a sí mismas y a sus familias o parejas, la dimensión
de este problema debería hacernos replantear en qué tipo de sociedad queremos
vivir, a quién convertimos en celebridades y por qué. Demando un poco de
reflexión al conjunto de la sociedad, pero igual eso es darse de cabezazos contra
una pared, no parece que vivamos en una sociedad que tenga esa capacidad de
reflexión.
A lo mejor estoy siendo demasiado crítico con la
sociedad, pero es lo que me sale cuando se trata de la anorexia y la bulimia,
dos enfermedades que pueden acabar muy mal, con el final anticipado del
suicidio que creo que ya va siendo hora que tratemos de frente y no dejarlo a
un lado como si eso no pasara, pues pasa, y mucho.
En un mundo tan competitivo el tener una imagen
favorable te abre muchas puertas pero eso no es el final de los sueños de
millones de personas, los valores, como la empatía, el respeto, la honestidad,
la comprensión… deberían ser más valorados para que vivamos en una sociedad más
justa y menos selvática.
El valor que tenemos individualmente es
incalculable, todos y cada uno de nosotros lo valemos, es cierto que hay que
luchar y mucho pero nunca debemos caer en el autoengaño de que la vida va a ser
más fácil si tengo mejor figura, es una opinión.
Hace poco veía la historia de la modelo Linda
Evangelista que se sometió a un complejo tratamiento para eliminar la grasa,
pero le salió mal y consiguió lo contrario de lo que buscaba, engordó bastante,
y se sumió en la depresión ocultándose del mundo, hasta que no pudo más y contó
su historia. Es increíble lo frágiles que somos frente a la sociedad.