Todos sabemos lo que son las drogas, las hay legales, como el tabaco o el alcohol, y las hay ilegales como el cannabis o la cocaína. Se usan sobre todo en el ámbito recreativo y tienen severos efectos secundarios. En los peores casos, cuando uno está “enganchado” a la droga también se sufre de abstinencia, cuyos efectos dependen de unas a otras.
La realidad es que mucha gente se droga buscando
sensaciones o estados alterados del ánimo y la mente para pasar un buen rato,
pero a medio y largo plazo las drogas suelen ser un mal acompañante, con
secuelas como la depresión o, incluso, trastornos psiquiátricos.
La pregunta más directa es ¿por qué necesitamos
drogarnos para pasar un buen rato? ¿no nos vale con lo que tenemos ya de
fábrica? Para mucha gente no, la cultura del hedonismo y del “vivir rápido”,
cuando no es la presión social nos embauca y nos inclina a probar lo prohibido
como forma de diversión, una diversión muy cara, a mi parecer.
Personalmente no creo en las drogas, pienso que
podemos disfrutar de una vida plena sin tener que hacer uso de ellas, te
destrozan la vida, casi nunca se “controla” con las drogas, nos ofrecen un paraíso
artificial del que despertamos inevitablemente peor de cómo estábamos antes.
En los últimos años ha descendido el consumo de
heroína pero ha aumentado el consumo de cannabis y de cocaína, sobre todo en
los más jóvenes, de 13 a 19 años, según el Plan Nacional sobre Drogas. Este
colectivo es el más vulnerable en relación al consumo de estupefacientes, éstos
pueden afectarles de gravedad en su crecimiento psicológico.
Entre los más jóvenes se da el fenómeno del llamado “botellón”
que consiste en beber en lugares públicos en grupos más o menos grandes de
personas anónimas que buscan “colocarse” para desinhibirse y pasar un buen
rato, lo que convierte a muchos de estos jóvenes en consumidores ocasionales,
que pueden escalar en la toma de drogas a otras más duras o convertirles en
alcohólicos ocasionales, muchos problemas se derivan del consumo de alcohol,
sin hablar de conducir bajo efectos del alcohol, presente en muchos accidentes
de tráfico.
Una sociedad bien informada sobre los efectos nocivos
del consumo de drogas es una sociedad en la que deberían descender el número de
adictos o consumidores ocasionales, pero las drogas están ahí, forman parte de
la cultura, para nuestra desgracia.
El consumo de las drogas “duras” requiere un
análisis aparte, la heroína o la cocaína acaban con la persona que las consume,
les destroza la vida, tanto en el ámbito social como en el laboral, sus efectos
se convierten en indispensables para la gente que las consume, esta gente
cuando no termina en “Proyecto hombre” acaba con su vida destrozada sin un
presente y menos todavía un futuro.
El mercado negro mueve ingentes cantidades de
dinero, vendiendo un producto ilegal, gracias a una red internacional de
transporte, elaboración y venta en todos los países del mundo, aquí no se salva
nadie, profesionales delincuentes, “mulas” sin otra opción que cargar con la
droga a través de las fronteras, camellos, gente que quiere hacer dinero fácil…
El mercado laboral ya sabemos lo complicado que es,
pero ¿vender y elaborar drogas? Hay que tener pocos escrúpulos y pocas salidas
legales laborales para hacerlo, me parece que el riesgo no compensa, en general
me parece que el crimen no paga, pero la gran cantidad de personas que están
metidas en el mundo de la droga me desacreditan.
También existen los Narco Estados cuyas
exportaciones se basan sobre todo en la venta de droga, en un mundo
globalizado, estos países son los mejores competidores a nivel mundial y no
reparan en nada a la hora de darle sustento a las familias que viven de estos
turbios negocios. Esto requiere de una respuesta a nivel global para acabar con
la lacra del narcotráfico.
Los hay que defienden a las personas a las que no
les queda más remedio que ganarse la vida de esta forma tan lucrativa con la
excusa de que no hay trabajo, que hay que buscarse la vida y ven en el tráfico
de drogas una salida que les reporta grandes beneficios, insisto la sociedad
debe estar bien informada, las penas de cárcel por tráfico de drogas son muy
elevadas y más de uno se lo replantearía antes de pasarse de 8 a 12 años de
cárcel.
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