martes, 12 de octubre de 2021

Perderlo todo (el volcán de La Palma)

 Estos días, para aquellos que sigan las noticias, que supongo seréis una mayoría, estamos viendo en directo la evolución del volcán de la isla de La Palma y como parte de sus vecinos lo están perdiendo todo, casas y negocios, vidas completas arrasadas por ríos de lava, la magnitud del desastre creo que nos ha cogido a todos un poco por sorpresa.

Los palmeros han recibido la visita del presidente del Gobierno y de los reyes con la promesa de que no se iban a olvidar de ellos, que iban a recibir las ayudas necesarias para restablecer la vida de las víctimas del volcán, desde el Gobierno de La Palma también se están moviendo, una de las políticas que han emprendido ha sido la compra de casas vacías para dárselas a los damnificados, creo recordar que eran unas 280 más o menos.

De un día para otro los habitantes de la isla han visto como perdían sus propiedades y negocios, su vida, nada más y nada menos; los primeros no tuvieron tiempo de coger nada de su casa, recuerdos, ropa, supongo que es en lo primero que pensaron cuando les desalojaron de sus viviendas. Otros han tenido más suerte y han podido recoger incluso hasta electrodomésticos como lavadoras o neveras, ha habido gente con más suerte y gente con menos.

Supongo que el consuelo más inmediato es que todavía sigues vivo y con las ayudas de las distintas instituciones podrás seguir adelante con tus esperanzas y sueños, quiero creer en ello, pero me da que mucha gente va a salir tocada de este incidente y van a tardar mucho en sobreponerse de esta tanto anímicamente como materialmente.

Intento hacerme a la idea de cómo se deben sentir estas gentes que lo han perdido todo y no soy capaz de ponerme en su pellejo; desolación, depresión, desamparo, tristeza, enfado deben ser algunos de los sentimientos que más abunden en sus cabezas, también habrá gente que puedan trascender la pérdida y se pongan manos a la obra para salir de este problema.

Dentro de este colectivo que lo ha perdido todo debe haber personas mayores sin la capacidad de adaptarse a esta nueva situación quienes van a necesitar toda la ayuda posible para poder continuar con sus vidas de una forma digna, sea lo que sea que signifique digno para ellos.

Desde mi punto de vista, los medios de comunicación se centran en el espectáculo que está dando el volcán y siguen el minuto a minuto del estado de las coladas, fajanas y demás, creo que deberían actuar con un poco más de sensibilidad, pero me parece que es pedirle peras al olmo.

El giro de noventa grados que suponen las consecuencias del volcán ha cambiado la vida de muchos palmeros que ahora no les queda más remedio que reinventarse y comenzar desde cero, reponerse del dolor y la pérdida y continuar por un camino lleno de incertidumbres y obstáculos.

Desde aquí les mando todo el cariño y apoyo y espero que pronto más que tarde nos empiecen a llegar buenas noticias desde La Palma en forma de realojos, ayudas y demás, también espero que el volcán deje pronto de rugir para que así la isla recobre la “normalidad” para todos sus habitantes.

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