domingo, 30 de abril de 2023

Transexualidad

 Soy hetero y me resulta muy difícil ponerme en la piel de una persona transexual, pero voy a intentarlo en este texto. Según la Constitución todos somos iguales como ciudadanos con nuestros deberes y obligaciones, pero no me imagino un colectivo que esté más apartado de esta “realidad” que el colectivo transexual.

Ellxs como seres humanos tienen que corregir un problema que les impide ser lo que son, para poder empezar deben de recorrer una senda que no debe ser nada fácil ni agradable, primero tienen que tomar conciencia de que no están de acuerdo con el cuerpo y la sexualidad con la que han nacido.

Luego tienen que corregir esa situación, en el mejor de los casos con el apoyo de la familia y de la legalidad. Es decir, para empezar a ser seres humanos deben de revertir la situación que les ha sido dada, no juegan con las mismas reglas que nosotros.

Se abre aquí el debate de en qué momento se da uno cuenta de que no está conforme con el cuerpo que tiene, si son menores de edad ¿Pueden o no pueden empezar a hormonarse? ya que es en el paso de la niñez a la adolescencia donde se conforma el aspecto exterior tanto si eres hombre como si eres mujer.

Los hay que dicen que tienen que esperar a la mayoría de edad y los hay que dicen que no hace falta esperar tanto tiempo para revertir su condición. ¿En qué momento, a qué edad salen del armario?, ¿Se lo pueden contar a sus padres o no? ¿Les entenderá la sociedad? ¿Se arrepentirán del cambio de sexo en un futuro? Son muchas las preguntas que me hago.

Sé por una amiga que existe una unidad de cambio de sexo en el hospital Gregorio Marañón creo, y que los que salen de allí se han metamorfoseado satisfactoriamente, tanto que no somos capaces de ver el cambio.

Son tan pocos que no están en la agenda de ningún político, yo, por lo menos, no he oído nunca que aquel o este partido tengan una política concreta sobre el problema de la transexualidad, es cierto que ha habido algunos cambios recientes en la ley de cambio de sexo, pero personalmente no les he oído hablar del tema abiertamente.

¿Es un problema a esconder? ¿Le interesa a la sociedad o no le interesa? ¿Deben empezar con el tratamiento siendo menores de edad? La verdad es que creo que no arrojo ninguna solución, más bien tengo miles de preguntas al respecto, creo que la sociedad debería darles una voz, que la opinión pública estuviera bien informada, con fuentes primarias, escuchar a los afectados.

miércoles, 12 de abril de 2023

La prostitución

 No sé por qué lo llaman el oficio más antiguo del mundo, creo que es un dicho un pelín machista. No he buscado datos sobre la prostitución en España, solo voy a dar mi opinión, una vez más, sin que nadie me la haya pedido, pero bueno, ahí voy, con la moral bien alta de que estas líneas sean leídas por algunas personas y piensen un poco en el tema.

No sé si es por mi educación moralista judeo-cristiana pero pienso que la prostitución está mal, que vender el cuerpo es denigrante, que te cosifica, que tiene que hacerte trizas por dentro, que no se puede llevar una vida “normal” con semejante profesión, que sacrificas un montón de cosas y eso que yo soy de lo más antiburgues y no soy precisamente muy fan de las comodidades burguesas.

Es una profesión peligrosa, en la calle te puede tocar un cliente que quiera apalearte, robarte o sabe Dios qué, también aparece la figura del “chulo”, un personaje que te explota en el mejor de los casos y que te maltrata hasta anularte como persona en el peor.

Las prostitutas suelen vivir en mundo que nosotros no conocemos, los bajos fondos, seguro que más de una podría contar una novela con lo que ven a diario, cómo el consumo de drogas las hacen más maleables y les “evita” en parte todo el sufrimiento que deben pasar a diario, sí, creo que las prostitutas sufren, no veo como se puede vivir con eso sin sufrir, pero igual alguien me calla la boca hablando de prostitutas de lujo y cosas por el estilo.

Sí, las prostitutas de lujo viven bien, ganan mucho dinero y parece que pertenecieran a otro submundo distinto de lo que he narrado en los anteriores párrafos, pero sigue pareciéndome triste ganarse la vida así, yo soy incapaz de pensar en la idea de pagar a una mujer para acostarme con ella, me da asco, sinceramente.

Pero ya que estamos hablando del tema, lo legalizamos o no, yo creo que no, aunque les vendría bien cotizar, tener una jubilación digna y demás cosas de trabajar legalmente. Pero no hay nada más triste que pensar en una chica de 18 años ganándose la vida en la calle, en un burdel o en una película porno.

Hay que sobrevivir, a mi me ha tocado el lado bueno de la clase media, pero hay mucha gente a la que no le ha tocado ese lado bueno y tienen que ganarse la vida como sea. Todos mis respetos a las prostitutas en ese sentido. Totalmente alejado de esa visión sabinesca de que la prostitución es una profesión digna y que el trámite se diluye tomándose un par de whiskys y si te he visto no me acuerdo.

Pero, cómo se arregla la prostitución, como evitamos la profesión más antigua del mundo, suena machista sí, es parecido al debate entre drogas sí o drogas no. Bueno, voy a ser el que agüe la fiesta, no estoy a favor de la legalización de la prostitución y tampoco, de paso, de la legalización de las drogas.

¿Por qué no estoy a favor? Porque no me parece digno, hay que ganarse la vida, pero hay otras formas de hacerlo, creo en los programas de inserción de las prostitutas en la sociedad si es que existen, creo en un mundo desprovisto del tráfico de personas, creo que una mujer que te vende el cuerpo por dinero se merece algo más, en fin, solo es mi opinión.

sábado, 8 de abril de 2023

Mi experiencia como becario

 Solo he hecho prácticas en dos empresas, en la Agencia EFE como periodista y en la Cadena SER como técnico de sonido. Las dos experiencias fueron negativas en su momento, como becario haces lo que nadie quiere hacer, sin cobrar y además tienes que dar las gracias por la oportunidad que te están brindado.

En la Agencia EFE hice las prácticas en el departamento de Contenidos Digitales, donde no hacíamos trabajo de periodismo si no de gestores de la información, un timo de puesto de trabajo si te has formado durante 5 años para ejercer de periodista, como decía uno de los compañeros éramos una conservera digital, llegaba la información, la procesábamos, la empaquetábamos y se la vendíamos a los clientes.

Este departamento era por una parte un cementerio de jefes, los que caían en desgracia terminaban allí, sin saber un ápice del ámbito multimedia, y por otro lado un trampolín para quienes aspiraban a trabajar de periodistas de verdad, y la mayoría estaban ya quemados por años de espera infructuosa.

En esta empresa me terminaron contratando, siempre he tenido mucha relación con los ordenadores, no a nivel informático, si no recreativo y creía que podía labrarme un camino en este departamento, al año deje de pensar así, lo único bueno que tenía el puesto era el salario, el cual era bastante elevado para lo que se suele pagar en esta profesión, alrededor de 2.200 euros mensuales, pero a mi el dinero en esa época me daba bastante igual, yo quería crecer como profesional.

Pero por centrarme en la experiencia como becario, la verdad, es que en tres meses no me dio tiempo a darme cuenta de cómo funcionaban las cosas en la empresa, la sensación que tengo es que no fue ni buena ni mala la experiencia, fueron unos meses en los que a lo único que aspiras es a que te contraten, por lo que sueles portarte muy bien, intentas crear un buen ambiente de trabajo e intentas comportarte como un profesional, aunque no tengas ni idea de en qué consiste comportarse como un profesional.

La Cadena Ser fue otro cantar, allí directamente llegabas y al segundo día ya te estaban explotando, sacabas el trabajo adelante como un trabajador más de la empresa, eso sí, sin cobrar un euro. El trabajo era difícil, la verdad, te llegaban los periodistas con un guion y tú tenías que montarlo para hacer la grabación y también había compañeros que eran más bordes y otros que eran más majos, pero al final a quien recuerdas más es a los que te lo hicieron pasar mal.

Yo me ponía nervioso cuando estaba a los mandos de la mesa de audio y se me notaba, tenía un supervisor que era un personaje, pero personaje con todas las letras y al final no me ampliaron la beca para trabajar en verano y yo creo que fue por la valoración que me hizo el susodicho personaje a la hora de evaluarme.

Como becario aspiras a que alguien te enseñe con calma y paso a paso en qué consiste el trabajo que realizan los profesionales y no a que te exploten desde el minuto uno, no fue muy buena la experiencia de becario en esa empresa, más bien daba vergüenza como nos trataban, pero bueno, tampoco lloré de rabia, el trabajo era difícil y a mi entender para realizarlo bien necesitabas entre uno y tres años de aprendizaje, dicho por uno de los trabajadores de la empresa.

Mi experiencia como becario ha sido más bien negativa, aunque supongo que es algo por lo que todos tenemos que pasar en ciertas profesiones, en periodismo y como técnico de sonido, por ejemplo. El mercado laboral siempre ha sido una selva y el mundo de los becarios es la precariedad hecha empleo, pero supongo que por algún lado hay que empezar.

viernes, 7 de abril de 2023

Sobre la soledad

 Numerosos escritores de renombre alaban la soledad como un estado de paz y armonía, por otro lado, están los que defienden que la soledad es una de las mayores lacras de los países desarrollados, muchos ancianos sufren de soledad no deseada, pero me atrevería a decir que también la sufren personas de mediana edad y también jóvenes.

Entonces, ¿hay una soledad buena y otra mala? Como voluntario de la Cruz Roja he trabajado de teleoperador hablando con ancianxs que se veían muy solos, se les notaba cuanto disfrutaban de la llamada de una persona que se interesaba por los aspectos esenciales de sus vidas.

También hay mucha gente que disfruta de la soledad, mucha gente defiende que una de las cosas más importantes que hay que hacer en la vida es aprender a vivir con uno mismo, aceptarse, llenar la vida de proyectos y planes emocionantes que nos enriquezcan y nos hagan sentir plenos.

En Japón, hay un fenómeno, sobre todo en la gente joven, que consiste en nos salir de casa en años y comunicarse con la sociedad mediante los modernos sistemas de comunicación, so los conocidos como los “hikikomoris”, son más de medio millón, según los estudios, y el fenómeno podría no ser exclusivo de la sociedad nipona, ya que se dan casos en todo el planeta.

Los estudios apuntan desde una consecuencia social hasta un trastorno psiquiátrico íntimamente relacionado con las nuevas tecnologías, hay casos de adolescentes que reconocen no haber salido de su casa en siete años para jugar a videojuegos, sin duda, el fenómeno “hikikomori”, que también se da en España, está íntimamente relacionado con la soledad en uno de sus aspectos menos favorables.

En unos párrafos más arriba me preguntaba si había una soledad buena y otra mala, más bien tiendo a pensar que existe una soledad deseada y otra no deseada. Los humanos somos animales sociales y ese aspecto es clave, necesitamos de la sociedad, de las relaciones laborales, de las relaciones con otras personas y de las relaciones en el ámbito familiar.

Como sociedad creo que tenemos que combatir la soledad no deseada, fomentar las cualidades más sociales de los menores y jóvenes para enseñarles a vivir en un entorno que no siempre es agradable, me refiero a la competitividad capitalista, a la velocidad y anonimato de las grandes ciudades, a las expectativas familiares y personales.

Combatir la soledad no deseada, sí, también y, sobre todo, la de los más mayores, que se ven relegados a un segundo plano cuando sus hijxs no se interesan por ellos o cuando carecen de hijxs y quedan aislados sin posibilidad de pasar en compañía de otras personas las últimas etapas de sus vidas.

Creo que hay que romper una barrera invisible por la cual no se habla de esto en los medios de comunicación, ni a nivel personal. Vayamos todos hacia una sociedad más sana, menos solitaria y más solidaria.

martes, 4 de abril de 2023

Metas

 Desde que eres pequeño te enseñan a formar parte del mercado laboral, pero a esa edad es difícil saber lo que uno quiere ser de mayor. Cuáles son los ejes de toda ambición adolescente, una época en la que no sueles estar todo lo centrado que se requiere para tomar decisiones importantes.

Hacer lo que se te da bien o hacer lo que te gusta, creo que este es un breve resumen de las opciones que te ofrecen. Con el tiempo las metas van cambiando, empiezas a querer cosas nuevas, a desear aquello que no tienes, dinero, autorrealización, poder, independencia, fama, forjar una familia, amar y ser amado, seguridad, una casa, otra casa de veraneo, reconocimiento…etc.

Nuestras metas nos definen dentro de un mundo sin reglas, “si trabajas duro conseguirás aquello que tanto deseas”, te dicen, pero esto no siempre es así. Ya, ya lo sé, lo importante son los procesos no los resultados, pero esos resultados nos ciegan y no nos dejan ver más allá o más acá.

Magnificamos aquello por lo que luchamos y no nos damos cuenta que hay otras cosas que son importantes para ser felices que no tienen que ver con las metas que nos imponen desde pequeños y que nos imponemos cuando somos mayores. No ponemos en valor el amor propio, la autoconfianza, la caridad, los sueños, la felicidad, la paciencia, la asertividad, la empatía, la paz, la calma, el crecimiento interior, la dicha de las personas que queremos, los amigos…etc.

Parece como si hubiera dos mundo claramente definidos, uno las metas establecidas y otro las metas del alma por decirlo de alguna forma, pero no es así, se enlazan y entremezclan dentro de lo que somos y aspiramos a ser, a mí personalmente me interesan más las segundas, nunca he trabajado por dinero, siempre he luchado por crecer como persona, ese es mi caso, una gota de agua en un mar inmenso.

Las metas y cómo conseguirlas, mucho se ha escrito sobre esto, por ejemplo “El príncipe” de Maquiavelo. Un ladrón, un camello, un proxeneta, un mafioso harán todo lo necesario para lograr imponerse independientemente de a quien tengan que destruir, amenazar, matar.

Las metas cambian dependiendo de los estratos sociales, la clase baja no tiene  las mismas ambiciones que la clase media y la clase media no tiene los mismos deseos que la clase alta, todos ambicionamos más y cuanto más rápido mejor, pero eso te esclaviza en vez de liberarte. Querer cambiar tu situación personal por una deseada es el pan nuestro de cada día. Nos afecta a todos, nos iguala, nos destapa como personas, nos postra o nos eleva.

lunes, 3 de abril de 2023

Como la literatura invadió mi vida

Siempre he leído, no mucho, pero sí un poco, sobre todo literatura fantástica, pero hace unos años, me dio un verano, en la casa de la playa, por ponerme a leer y ver series, leía hora y media y después me veía una serie, me leí un montón de libros en un mes y medio y la verdad me sentí muy bien, un tópico pero los libros me hacían compañía.

Bien, hace unos meses, me dio muy fuerte por la literatura, leo muchísimo, menos de lo que me gustaría, porque llego agotado del curro, pero aprovecho cualquier día que estoy más o menos descansado para devorar todo lo que se ponga por delante, eso sí, elijo muy bien los libros que me leo.

Acabo de terminarme “Cuentos completos de Edgar Allan Poe”, que seamos sinceros, flojea bastante, de los 67 cuentos solo unos 10 merecen la pena, un libro de 800 páginas nada más y nada menos. Y para colmo, ahora he empezado “It” de Stephen King y tiene solo unas 930 páginas, pero me lo voy a leer, por algo este autor ha vendido más de 300 millones de libros, tengo que investigar el por qué.

En esta ocasión también lo compagino con las series, aunque leo bastante más que veo series, ahora mismo estoy viendo tres, “True Detective” que no está mal, voy por la tercera temporada, imposible llegar al nivel de la primera, muy recomendable, también me estoy viendo “The Deuce” de David Simons, que tampoco está mal, trata sobre todo de la prostitución en Nueva York, y por último, me estoy viendo un anime, “The Vindland Saga”, que va de los vikingos y sus historias, no está mal tampoco. Sí, estas tres series “solo” no están mal.

Pero en este post quería hablar de literatura, la literatura psicológica, con autores como Dovstoyeski con “Crimen y castigo” que me gustó bastante; el modernismo, con autores como Rubén Dario y su “Azul” considerado como el punto de partida de este movimiento, el simbolismo modernista de Federico Garcia Lorca, con sus “Bodas de Sangre”, el realismo y el naturalismo, con autores como Chejov y sus “Cuentos”, tengo pendiente de leer “Nana” de Emile Zola, principal adalid de este movimiento.

La literatura experimental de Faulkner con su “El ruido y la furia”, muy recomendable y muy surrealista, como “Rayuela” de Julio Cortazar, libro del que apenas entiendes la mitad de la mitad, pero que aun así me ha gustado bastante, su estilo metafísico y toda la parafernalia que monta de la nada. Mención aparte tiene el “Libro del desasosiego” de Pessoa, probablemente el mejor escritor que haya leído en prosa, tampoco te enteras del todo de lo que te estás leyendo, pero eres consciente de que estás delante de una joya.

Leo en el metro, me he terminado tres libros, “El diario de Ana Frank”, gran libro, me gustó mucho, indispensable para cualquiera que defienda las tesis del fascismo en el año 2023, en fin… También me he leído “El doctor Jekill y Mr Hide”, fascinante y uno de Tagore que ahora no recuerdo el título, autor muy recomendable.

Me he leído más libros, y espero seguir con esta afición, noto como se me va abriendo la mente, como voy añadiendo las aventuras de los diferentes personajes a mi propia vida, como voy adquiriendo vocabulario y el gusto por las buenas historias, sin duda, la lectura es de lo más útil que he hecho en la vida, una pena que empiece con 44 años pero nunca es tarde si la dicha es buena, lo dicho, os recomiendo leer, a mi me está transformando la vida para mejor, sin duda.

jueves, 28 de octubre de 2021

Anorexia y bulimia

 Hay enfermedades jodidas y éstas lo son, sobre todo sufridas por mujeres, son trastornos alimentarios derivados de una enfermedad mental que hace que la visión que tiene la enferma de sí misma y de su cuerpo esté alterada, de tal forma que en la anorexia se vea más gorda de lo que en realidad está y en el caso de la bulimia se genere un sentimiento de culpa después de darse un atracón.

No sé si la enfermedad está generada al cien por cien por el tipo de sociedad en la que vivimos pero sí que está generada en un alto porcentaje. La sociedad favorece a la belleza y en esta época lo que está más en alza es la delgadez y esto hace que la autoimagen que tienen las mujeres de sí mismas no sea la adecuada.

Así dicho en frio no dice demasiado, solo es una definición, pero llevado a la práctica da mucha rabia que cientos de miles de personas sufran por culpa de una sociedad que no sabe cuidar y respetar la diversidad de hombres y mujeres que la componen. A mí, personalmente me enfada mucho.

Por eso, hay que detectarlas lo antes posibles y derivar a las enfermas a todas las posibles ayudas que puedan percibir, tanto de psiquiatras como de psicólogos, y además debería ser gratuito, dependiente de la seguridad social, creo que esto no es así ahora, espero equivocarme.

No puedo imaginarme el sufrimiento de estas personas y el dolor que se crean a sí mismas y a sus familias o parejas, la dimensión de este problema debería hacernos replantear en qué tipo de sociedad queremos vivir, a quién convertimos en celebridades y por qué. Demando un poco de reflexión al conjunto de la sociedad, pero igual eso es darse de cabezazos contra una pared, no parece que vivamos en una sociedad que tenga esa capacidad de reflexión.

A lo mejor estoy siendo demasiado crítico con la sociedad, pero es lo que me sale cuando se trata de la anorexia y la bulimia, dos enfermedades que pueden acabar muy mal, con el final anticipado del suicidio que creo que ya va siendo hora que tratemos de frente y no dejarlo a un lado como si eso no pasara, pues pasa, y mucho.

En un mundo tan competitivo el tener una imagen favorable te abre muchas puertas pero eso no es el final de los sueños de millones de personas, los valores, como la empatía, el respeto, la honestidad, la comprensión… deberían ser más valorados para que vivamos en una sociedad más justa y menos selvática.

El valor que tenemos individualmente es incalculable, todos y cada uno de nosotros lo valemos, es cierto que hay que luchar y mucho pero nunca debemos caer en el autoengaño de que la vida va a ser más fácil si tengo mejor figura, es una opinión.

Hace poco veía la historia de la modelo Linda Evangelista que se sometió a un complejo tratamiento para eliminar la grasa, pero le salió mal y consiguió lo contrario de lo que buscaba, engordó bastante, y se sumió en la depresión ocultándose del mundo, hasta que no pudo más y contó su historia. Es increíble lo frágiles que somos frente a la sociedad.

Detección, tratamiento, apoyo psicológico y psiquiátrico, comprensión y cura, eso es lo que me gustaría que le pasara a cada uno que tuviera anorexia o bulimia, es un tema duro pero tenía ganas de escribir sobre él, gracias por leerme, abrazos.

Transexualidad

  Soy hetero y me resulta muy difícil ponerme en la piel de una persona transexual, pero voy a intentarlo en este texto. Según la Constituci...