Miniserie de 7 capítulos ambientada en los años 50 y 60 de la guerra fría narra la vida de una huérfana con un talento más allá de lo común jugando al ajedrez, creada por Scott Frank y Allan Scott (no muy conocidos) al principio iba a ser una película, pero el proyecto quedó atrapado dentro de un cajón, hasta que decidieron hacer una miniserie ficticia sobre la vida de Beth Harmond, una genio del juego de las 64 casillas.
Los críticos han quedados cautivados por el
magnetismo que desprende la interpretación de la protagonista, Anya Taylor-Joy,
nacida en Miami en 1996, la cual fabrica un personaje complejo, con adicciones,
encasillada en un mundo de hombres, que busca su lugar siendo una niña prodigio.
El tema de la adicción será recurrente durante toda
la saga ya que era muy común en aquella época narcotizar a los huérfanos para
poder controlarlos mejor y ella arrastra ese peso durante casi todos los
capítulos. También trata el tema de la desigualdad de género, la horfandad y la
inteligencia.
Se puede ver en Netflix, personalmente creo que es
una maravilla, la ambientación, los decorados, los personajes, sobre todo el de
la protagonista, con una mirada a cámara que casi te atraviesa como un cuchillo,
el guión también es para mencionarlo, los capítulos son de aproximadamente una
hora, pero te quedas con ganas de más, una obra de arte, la sorpresa del 2020.
Para un aficionado al ajedrez como yo, el cuidado
que han puesto en que sea creíble el desarrollo de todas las partidas es de
agradecer, y como no iban a hacerlo teniendo de asesor nada más y nada menos
que a Kasparov. La serie humaniza al ajedrez y tiene momentos realmente
mágicos, que no os desvelo para no estropeárosla si queréis verla, cosa que
deberíais hacer.
La serie, que se ha puesto muy de moda, ha hecho que
mucha gente se acerque al ajedrez por primera vez, un juego altamente
recomendado para estudiantes y en general para todo el mundo, ya que te hace
trabajar la mente, te enseña a reflexionar, a tomarte tu tiempo antes de tomar
una decisión, estimula la inteligencia y la autoestima.
Personalmente voy a seguir a partir de ahora la
carrera de la protagonista y la de los creadores a la espera de que tengan algo
más que ofrecer, según creo Almodóvar ya ha expresado su interés en trabajar
con Anya Taylor-Joy, como detalle decir que su característico pelo pelirrojo no
es de verdad, es una peluca.
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