sábado, 5 de enero de 2019

Consumismo



Las sociedades occidentales son consumistas por definición, a nivel económico eres lo que consumes, por eso hay que concienciar a la gente para que compre éticamente productos elaborados en unas condiciones mínimas de dignidad y de protección laboral (horarios, pagas, vacaciones, días libres…etc.)

El mercado es muy competitivo, si no te adaptas a sus exigencias es muy probable que no puedas competir, ya no a nivel local o nacional, a nivel global. La globalización que es, en teoría, la libre circulación de bienes, personas y capitales no se cumple, no existe la libre circulación de personas y tampoco la de bienes, puesto que hay unos aranceles que hay que abonar.

Por eso los tratados económicos son tan importantes, la Comunidad Económica Europea es, en ese sentido, un club donde no hay que abonar aranceles, es decir, hay libre circulación de bienes y también de personas. Les ponemos dificultades a los bienes y a las personas que vienen de fuera y no a los “nuestros”. Beneficiamos nuestros productos a costa de encarecer los que vienen de fuera, que suelen ser más baratos, para así poder competir y no perder tejido industrial o agropecuario.

Pero volviendo al tema del consumismo, el tiempo es dinero, es decir, el tiempo que gastas en conseguir dinero es tiempo que gastas para poder consumir, una casa, un coche o cualquier cosa que se os ocurra, desde comida que es fundamental a un viaje a Cancún, todo tiene un precio o casi todo, la sociedad y la supervivencia nos ha convertido en seres consumistas.

No hay otra, hay que trabajar, porque sin curro no se puede vivir a no ser que seas millonario y puedas vivir de las rentas, por eso son tan importantes los convenios colectivos, los logros a nivel laboral, como la duración de la jornada laboral, que te paguen las horas extras, la conciliación laboral y demás.

En estas fechas tan señaladas, que muchos tildan de consumistas, como el día de los  enamorados, el día de la madre o del padre, nos lanzamos a hacer compras ya sea para los regalos o las cenas, somos seres consumistas, así demostramos nuestro amor o nuestros vínculos. Pienso en millones de personas que no pueden vivir de esta manera por la pobreza que les ha caído en desgracia vivir.

Por eso creo que somos unos privilegiados, estamos viviendo el sueño de millones de personas porque nos ha tocado vivir en una sociedad moderna y avanzada. 

Hace unos años vi un vídeo en youtube que desmontaba la creencia de que solo existe un tercer mundo. Es cierto que hay un tercer mundo, pero dentro de esos países también hay millonarios, gente que vive muy bien. Y en los países desarrollados también hay un tercer mundo, gente que no tiene acceso al nivel de vida que, en teoría, les tocaría vivir, gente empobrecida, que pasa hambre y penurias.

En resumen, somos seres sociales y consumistas, y tenemos en nuestra mano el poder de decidir qué productos compramos y cuáles no, que no es nada desdeñable, para así crear una sociedad comprometida y concienciada con los derechos de los trabajadores más desfavorecidos o con otras causas, como el veganismo, por ejemplo.

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