Las sociedades occidentales son consumistas por definición,
a nivel económico eres lo que consumes, por eso hay que concienciar a la gente
para que compre éticamente productos elaborados en unas condiciones mínimas de
dignidad y de protección laboral (horarios, pagas, vacaciones, días
libres…etc.)
El mercado es muy competitivo, si no te adaptas a sus
exigencias es muy probable que no puedas competir, ya no a nivel local o
nacional, a nivel global. La globalización que es, en teoría, la libre circulación
de bienes, personas y capitales no se cumple, no existe la libre circulación de
personas y tampoco la de bienes, puesto que hay unos aranceles que hay que
abonar.
Por eso los tratados económicos son tan importantes, la
Comunidad Económica Europea es, en ese sentido, un club donde no hay que abonar
aranceles, es decir, hay libre circulación de bienes y también de personas. Les
ponemos dificultades a los bienes y a las personas que vienen de fuera y no a
los “nuestros”. Beneficiamos nuestros productos a costa de encarecer los que
vienen de fuera, que suelen ser más baratos, para así poder competir y no
perder tejido industrial o agropecuario.
Pero volviendo al tema del consumismo, el tiempo es dinero,
es decir, el tiempo que gastas en conseguir dinero es tiempo que gastas para
poder consumir, una casa, un coche o cualquier cosa que se os ocurra, desde
comida que es fundamental a un viaje a Cancún, todo tiene un precio o casi
todo, la sociedad y la supervivencia nos ha convertido en seres consumistas.
No hay otra, hay que trabajar, porque sin curro no se puede
vivir a no ser que seas millonario y puedas vivir de las rentas, por eso son
tan importantes los convenios colectivos, los logros a nivel laboral, como la
duración de la jornada laboral, que te paguen las horas extras, la conciliación
laboral y demás.
En estas fechas tan señaladas, que muchos tildan de
consumistas, como el día de los
enamorados, el día de la madre o del padre, nos lanzamos a hacer compras
ya sea para los regalos o las cenas, somos seres consumistas, así demostramos
nuestro amor o nuestros vínculos. Pienso en millones de personas que no pueden
vivir de esta manera por la pobreza que les ha caído en desgracia vivir.
Por eso creo que somos unos privilegiados, estamos viviendo
el sueño de millones de personas porque nos ha tocado vivir en una sociedad
moderna y avanzada.
Hace unos años vi un vídeo en youtube que desmontaba la
creencia de que solo existe un tercer mundo. Es cierto que hay un tercer mundo,
pero dentro de esos países también hay millonarios, gente que vive muy bien. Y
en los países desarrollados también hay un tercer mundo, gente que no tiene
acceso al nivel de vida que, en teoría, les tocaría vivir, gente empobrecida,
que pasa hambre y penurias.
En resumen, somos
seres sociales y consumistas, y tenemos en nuestra mano el poder de decidir qué
productos compramos y cuáles no, que no es nada desdeñable, para así crear una
sociedad comprometida y concienciada con los derechos de los trabajadores más
desfavorecidos o con otras causas, como el veganismo, por ejemplo.
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