La música siempre ha estado ahí para mí. Siempre la he
escuchado, desde muy pequeño, me acostaba con el walkman y los cascos escuchando
la radio e iba cambiando de canal buscando canciones para soñar despierto, era
un crio, pensaba que el mundo era un lienzo en blanco, tenía un montón de
aspiraciones, no tenía preocupaciones.
Quién no ha tenido complejos, miedos, inseguridades, vagueza,
la música como un medio para olvidarme de los problemas, como motor para
arrancar cada día y darle los buenos días al sol y las buenas noches a la luna,
escuchaba “The house of the rising sun”, “California dreaming”, “Hotel
California”, “aleluyah”, “yesterday”, “starway to heaven”, “Don`t cry”…
Un montón de regalos para mis oídos y mi mente, los límites
de lo posible se desdibujan cuando tu corazón se ensancha al escuchar una buena
canción, cultiva tu alma y te dice susurrando quién eres en realidad, forja tu
personalidad, te define, te defiende, te arropa y te sacude por dentro.
Crecí escuchando canciones de Sade, de los Rolling Stones,
de Sting, de los Beatles, de los Guns and Roses, de U2, de Cat Stevens; ahora soy
más mayor y sigo enganchado a la música, toco el bajo, peor de lo que me
gustaría y estoy estudiando una fp de sonido, con la aspiración de ganarme la
vida con la música.
Vivir un tobogán de emociones, es como si la vida pasara más
rápido, cada momento grabado en la memoria y asociado a un tema, conforma tu
biografía; cuando encuentras a alguien a quien le gusta la misma música que a
ti, es en la mayoría de los casos, una amistad inmediata. O encontrar a alguien
que comparte su música contigo es establecer un pacto sellado con estrofas y
melodías.
La música ocupa un espacio en el alma, le pregunto por qué a
José González, a Ben Harper, a los Tool y todos me dicen lo mismo, tranquilo,
sueña y cuando despiertes hazte un camino a tu medida, coge tus momentos y
disfrútalos al máximo, no te dejes ni una sola coma en el camino, vívelo con
intensidad, la vida solo pasa una vez, o como dice Snoopy, la vida pasa todos
los días, la muerte solo uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario